Ataque a la eólica.
La Comisión Nacional de la Energía emitió la semana pasada un informe sobre el proyecto de Real Decreto, que ultima el gobierno, por el que se establece la retribución de la producción energética por medio de tecnología eólica. En la nota de prensa, algo poco habitual cuando la CNE acostumbra a hacer público sus informes, se sabe que acaba de dar el visto bueno.
El RD limita el periodo de percepción de la prima a 12 años, el sector propone 20 años; a las primeras 1.500 horas de funcionamiento, el sector propone 2.100 horas; e incorpora la noción de renta mínima. Según el sector integrado en la Asociación Empresarial Eólica (AEE); excepto Iberdrola –la gran eólica del país, con un 25% de cuota eólica, se ha desmarcado; el RD impedirá alcanzar el objetivo de 35.000 MW en 2020. La imprevisibilidad de la retribución no garantizará la rentabilidad “razonable” de los proyectos eólicos.
La CNE considera que el Real Decreto cumple con una rentabilidad “razonable”, sin embargo, señala que “esta debe ser predecible para facilitar así la financiación ajena de los proyectos”. Nadie prestará dinero a proyectos eólicos si el RD queda como está -apunta la AEE.
¿Qué ha movido al gobierno a adoptar esta medida?
En los motivos el RD señala que se trata de una tecnología madura que “ha llegando a cubrir el 50% de la demanda”, por lo tanto el “régimen especial ha quedado agotado al amparo de lo previsto en las disposiciones transitorias cuarta y quinta del RD ley 6/2009”. ¿Qué dice? En este Real Decreto señala que “estas tecnologías, podrían poner en riesgo, en corto plazo, la sostenibilidad del sistema energético”.
Las “subvenciones verdes” es lo que se repite una y otra vez, lo que ha hecho disparar la factura eléctrica. Veamos. El régimen especial en el 2009 recibió 5.874 millones de euros, un 74% más que en 2008. ¿Se puede decir que se subvenciona al gas y fuel de la cogeneración? ¿Están dispuestos a considerar la cogeneración como “madura”, como dice el RD con la eólica, que especializarse en los mecanismos de asignación de precios y coberturas de mercado? La energía renovable recibe menos de la mitad de estos 5 mil millones.
El régimen ordinario a diferencia del régimen especial, este último oferta a cero euros la energía, tiene prioridad de entrada en el mercado. No tiene capacidad de negociar precios, como le ocurre al régimen ordinario que puede esperar vender, ofertar un precio marginal que cumpla sus expectativas de rentabilidad esperada. Eliminar la preferencia de evacuación de la energía renovable es una aberración. ¿Cómo el operador del mercado puede optar por consumir gas importado en lugar de viento autóctono gratuito; con una “casación” en un mercado eléctrico cada vez más “fantasmal”?
El régimen especial se remunera con precios fijos. No son subsidios, no son ayudas estatales; una parte de la factura sirve para pagar este coste. El éxito de las inversiones en renovables, que no proviene de mercados especulativos, reside en contar con un marco previsible, estable y seguro que da el modelo de feed-in tariff.
Dogmas y normas del sector energético.
El régimen ordinario tiene normas y dogmas infinitamente mejorables. La subasta trimestral de la tarifa de último recurso (CESUR) ha costado 726 millones más al consumidor; la CNE, la Comisión de Competencia, y la CNMV coinciden en que es un mecanismo inflacionista de fijación de precios contrario a la competencia. Hay otro mecanismo de elevar precios. Operadoras reducen la oferta de renovable, de modo que el Operador del Mercado casa precios marginales con centrales térmicas, que supone incrementar el precio marginal del régimen ordinario. Las ayudas del carbón además de aumentar las emisiones de CO2, se obliga a adquirir energía que incrementa el precio del pool. ¿No eran las energías renovables las que incrementan los costes?
Existe una prevaricación contable. ¿Se puede pensar que sin energía renovable el precio de la electricidad bajaría esos 5.874 millones de euros que nos cuesta el régimen especial? Es falso. No sólo porque una parte sea para la eólica y fotovoltaica. Italia, sin renovables, el precio del MWh está por encima de lo que nosotros pagamos por la energía eólica. El precio lo fijan tecnologías más ineficientes.
Tiene razón el Ministerio de Industria cuando propone medidas de urgencia que garanticen la necesaria seguridad jurídica a quienes haya realizado inversiones en tecnologías convencionales. La entrada masiva de energías renovables hundió el precio de pool los primeros meses de 2010 (202 horas con el precio a cero). En 2008 el precio del MWh estaba en 64,43 euros. Las energías renovables pusieron en riesgo las inversiones en tecnologías convencionales al hacer descender el precio a 37,01 euros en 2010. Desplazaba las tecnologías menos eficientes del mercado.
Usted no se enteró. Pues las distribuidoras no le trasladaron la bajada de precio, le cobran lo mismo; o algo más, al incluir una prima de riesgos por si el precio aumenta. No tema, las tecnologías tradicionales cobran unos complementos -pagos por capacidad-; por si usted quiere consumir más energía se establecen unas demandas “preventivas”. Lo que nos da el porque de la sobrecapacidad del sistema que, claro está, no sale gratis.
Miopía de los costes.
Nicholas Stern cuando analiza el “coste de reducción del carbono” nos ofrece una visión distorsionada de los precios. ¿Qué cuesta reducir una tonelada de CO2? Reducir una tonelada de CO2 con energía fotovoltaica cuesta 900 euros, con energía eólica 200 euros, pero con el comercio de emisiones unos 15 euros (depende del precio del día).
Nicholas Stern
Así es como ven las cosas los economistas miopes. El precio del CO2 entra en el mercado eléctrico como un coste variable, igual que si se tratase del precio del gas. Si el precio del gas subiera un 30%, no sólo subiría el coste de la generación de centrales de gas, todas las tecnologías obtendrían una remuneración un 30% más cara; incluidas aquellas que no emiten CO2, hidráulica y nuclear. ¿Conoce una energética que rechace el comercio de CO2?
Alemania ha calculado que el coste de CO2 fijado por los mercados de carbono, ha supuesto un desembolso de 10.000 millones de euros en 2005. Es una fuente de beneficios inesperados “caídos del cielo” (“windfall profit”) para el sector energético en estos años de 47.000 millones de euros. ¿Qué coste ha tenido la tonelada de CO2 reducida por este sistema? Ahora calculemos si son 10 euros el coste por tonelada o más de 500 euros. ¿Y las renovables? Ha supuesto ahorro para el consumidor de más de 5.000 millones de euros. ¿Que le ha costado al consumidor reducir emisiones con la prima? Un descuento cada tonelada reducida de 200 €. La miopía de los costes no lleva a percepciones erróneas de las renovables por unos economistas atrapados en una forma de pensar escolástica.
El precio regulado de las renovables nos trae innovación tecnológica, evita importar petróleo, evita otros costes externos, impulsa actividad económica, recauda impuestos, genera empleo, etc. Los beneficios inesperados del comercio de CO2, ¿qué contrapartidas tienen? Priorizar centrales de ciclo combinados con una burbuja de exceso de capacidad ruinosa para el sistema. El sistema de subasta de permisos de carbono, se espera, corregirá algunas de las ineficiencias e ineficacias. La transición energéticas la traerán señales clara en amplios horizontes no mercados especulativos.
Las energías renovables, decía el presidente Artur Mas, “debe hacerse a un precio razonable”. La entrada masiva de energía renovable expulsa del mercado las térmicas de carbón, fuel e, incluso, reduce las horas de entrada de gas; ha supuesto una reducción del coste de la electricidad en más de 5.728 millones de euros entre 2008 y 2009 (de 6,961 céntimo de euro kWh a 4,263 céntimo de euro). ¿No sabe el presidente de la Generalitat qué costes acaban repercutiendo en el tejido industrial?
Basta leer que dice el gobierno Alemán. El Ministro de Medio Ambiente Norbert Röttgen señala las energías renovables como factor económico más importante de crecimiento gracias al éxito de la EEG (ley de energías renovables). Señalaba que es posible lograr un 35% de renovables en el 2020 con una contención de costes. Anuncia que una mayor parte de la tarifa iría a pagar renovable; en 2012 se prevé destinar 3,59 ct/kWh a las energías renovables frente los 3,53 ct/kWh actuales. Supone para un hogar pagar 18 céntimos más al mes. No por la renovable sino por la reserva de liquidez de los gestores de redes. Un modelo que atraerá 200 millones de inversiones adicionales a los esperados, que impulsaran el empleo y la economía -señalaba Norbert Röttgen.
Contra las primas, en favor de las subvenciones.
Cuando se empieza diciendo “no se debería caer en la improvisación, la demagogia y la frivolidad”, se añade, “abrir un debate sin apriorismos ideológicos”. El discurso alrededor del temido déficit de tarifa, la friolera de 20.000 millones de euros, nos hace olvidar dónde se produce la ineficiencia del sistema. No en los costes sino en las noras y dogmas de un sistema infinitamente mejorable. La energía fotovoltaica cuesta 300-360 euros MWh, la eólica cuesta 85 euros MWh, mientras el gas cuesta 50-65 euros MWh, el carbón 42 o 58 euros y la nuclear 45 euros, dicen. Y añaden, la culpa del déficit de la tarifa obviamente surge de primar a las renovables más caras.
Las empresas tradicionales atizar contra las “subvenciones verdes”. ¿Qué proponen? Caminos distintos al de las energías renovables. Entre otras soluciones el del “carbón limpio”. Una tecnología que ni se sabe exactamente el coste, k+absolutamente experimental, que requiere enormes subsidios públicos. Iberdrola por menos de 1.500 millones de subvención no construiría una central de carbón limpio en el Reino Unido (David Cameron no está dispuesto a pagar tanto). Los enemigos de la “prima” son los campeones de masivas subvenciones.
Ignacio Galán.
La eficiencia energética, que a veces proponen las tecnologías tradicionales, exige reciclar un negocio que, actualmente se basa en vender más energía y más barata energía; la estrategia de competitividad y eficiencia alejada de los retos y desafíos del siglo XXI. El modelo es inadecuado a los nuevos objetivos y metas; que obligaría a las energéticas tradicionales reciclar sus "negocio", descubrir el enorme potencial que está en vender tecnología eficiente, en lugar de energía, dando valor añadido a sus clientes. Suposiciones defensivas le impiden ver el futuro, atrincheradas en el pasado.
Forma parte del relato para desacreditar a la renovable, mantenerla recluida en el laboratorio, consideradas que no están maduras, mientras se lanzar a promover grandes infraestructuras energéticas centralizadas, con presupuestos públicos, que como la eólica marina tiene un tratamiento experimental. Se trata de mercados cautivos sólo apto para los actuales monopolios energéticos. Las empresas líder en tecnologías ven que estos monopolios es la barrera para acceder a un mercado de millones de ciudadanos que se puede convertir en productores de su energía de forma mucho más eficiente.
En Alemania está abierta diversas polémicas entorno las energías renovables. La eólica marina genera rechazo, no por problemas de vista, como la eólica terrestre; sino de visión, pues frenar la generación distribuida, supone un modelo de desarrollo de las renovables con un modelo centralizado, la generación distribuida no tiene coste para el contribuyente. El matiz es relevante.
Es prevaricación epistemológica llamar a la prima “subvenciones verdes”. En cambio la eólica marina, plan solar en el desierto (Desertec), requiere grandes infraestructuras, subsidios directos, enormes presupuestos públicos que aumenta la deuda, destinan recursos que irían a otros sectores económicos e, indirectamente, un incremento de los tipos de interés que frena la actividad económica y la generación de empleo. La prima no es un sobrecoste para el sistema, sino se extrae de la tarifa -con efectos de reducción de costes para esta. En lugar de incentivar la oferta, como las subvenciones, sin crear demanda; la prima incentiva la demanda, con una llamada a la oferta, desarrollándose mercado de un modo veloz, que hasta ahora, ninguna política había logrado. Se trata de una revolución en las políticas publicas, vendiéndolo los propios políticos como un enorme fracaso y riesgo para el sistema, incomprensible.
Un ejemplo. Ninguna política tecnología ha logrado una más rápida innovación que la lograda en las energía renovables. Y esta innovación financiada con inversión privada. ¿Por qué? existe el incentivo llamado mercado. Cando el incentivo es la propia financiación publica, desgravaciones fiscales, la política de I+D es absolutamente ineficiente. La energía nuclear con décadas recibiendo decenas de veces más subsidios en investigación que las renovables, en cambio, sigue igual de inmadura que hace medio siglo.
El zorro guardando las gallinas.
En la asociación del sector de las renovables hay empresas que, siendo destacados miembros de la junta de esta, se permiten despotricar contra la propia tecnología que promueven. El negocio es el negocio. Y los caminos empresariales son inescrutables –como los del señor.
¿Las asociaciones de energías renovables, en cambio, no atacan a sus propios miembros? No crea que Iberdrola no esté apostado en medio mundo, excepto en España, por la energía eólica. Gracias al modelo inflacionista de fijación de precios, está usted contribuyendo al desarrollo de renovable en esos países. Los próximos MW eólicos que entren, dentro de los cupos del registro, serán aquellos adjudicados en concursos autonómicos. Iberdrola ha quedado excluida. El interés de Iberdrola, en el corto plazo, no es la eólica en España. Tiene músculo para crear empleo, desarrollar tecnologías y reactivar la economía en otros países. El Ministerio, más que cuidar las gallinas, puede tener la tentación de acabar con ellas.
En el mundo existen verdades, mentiras y estadísticas. Deberíamos evitar compromisos analíticos fraudulentos, cuando provocan conflictos que tiene su origen el relatos sobre conceptos manipulados, medias verdades para legitimar intereses particulares. El resultado son repuestas erróneas al partir de diagnósticos equivocados que socava legitimidad de gobiernos y reputación de empresas. En un momento de una rápida transición energética amenaza perder el tren. Los economistas del Ministerio no son capaces de ver más allá de los desequilibrios de los costes regulados: hacen suyo el discurso contra las energías renovables. Norbert Röttgen expresaba con claridad el éxito es haber tenido el modelo feed-in tariff. ¿Qué gobierno "latino" renuncia a intervenir en el mercado? La propuesta de RD tiene una clara intención, acabar con un sistema eficiente de inventivos a las renovables que ha logrado inesperados éxitos. De aprobarse coronaria la peor gestión energética de un ministro.
Norbert Röttgen