Elena Valenciano, la directora del comité electoral del PSOE, negaba que la propuesta de Alfredo Pérez Rubalcaba sea una “enmienda a la totalidad”. Cristina Narbona, en una entrevista, matizaba “un discurso valiente, que mira la futuro, siendo consciente de la gravedad de la situación y sin miedo a cambiar algunas cosas que hemos hecho, por que las circunstancias son diferentes“.
En cambio, argumenta Elena Valenciano que es “una política distinta porque situación es diferente”. No debería olvidarse que gracias a la política del PSOE. Cuando este llego al gobierno las energías renovables eran testimoniales. El problema para José Luís Rodríguez Zapatero es que esos ambiciosos objetivos en renovables se han logrado.
El problema del gobierno no es el fracaso de sus políticas sino él existo, inesperado, que han tenido estas políticas. Japón, que de 54 nucleares tiene sólo 16 abiertas, apuesta por un futuro de renovable y para ello mira a España y Alemania.
¿Va a pretender Rubalcaba cambiar un modelo de enormes éxitos? La industria eléctrica tradicional el enorme existo, no por esperado y deseado, le pillaba por sorpresa. Estaba con su apuesta por el ciclo combinado, que también hizo el gobierno, sin esperar que se alcanzase unos objetivos que suponía un boom de las tecnologías limpias.
El cambio de ciclo económico, caído del consumo, un mayor ahorro, entrada de renovables, has supuesto enfrentar las tecnologías maduras con las nuevas tecnologías. La industria tradicional eléctrica ve que las renovables les quita su parte de mercado, tiene menos horas conectadas. Y cuando entran, obtiene una remuneración menor a la prevista, las renovables al sacar las tecnoloigas más ineficientes y caras del mercado, hace que el precio caiga (de 65 euros MW en 2008 a 37 euros en 2010). Desata la furia contra las nuevas tecnologías.
Las renovables están adulterando el “mercado”. Es la campaña mediática y demagógica de quien ha contado con los privilegios del mercado sin los riesgos de este. El presidente del gobierno, impulsado por esta ola, llego a calificaba las renovables de “nueva burbuja”.
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Tenemos el mismo traje que cuando las energía renovables eran marginales, lo ambiciosos objetivos del gobierno para 2010 se han cumplido, y el traje o modelo energético aprieta por todos sitios. El sector de la industria tradicional quiere seguir con los privilegios del antiguo traje, en lugar de buscar nuevas oportunidades en el traje de las tecnologías de futuro, reciclando su estrategia de negocio, podría descubrir oportunidades extraordinarias.
Las condiciones no pueden ser más favorables para acelerar una transición energética. José Luis Rodriguez Zapatero ha anunciado pero sin determinación de dar pasos claros. El escenario no podría ser más idóneo, existe una nueva sensibilidad con el cambio climático, la preocupación con el déficit exterior, el precio en alza de la energía, se cuenta con un desarrollo tecnológico propio. Incluso Fukushima es la excusa para que Alemania acelere el abandono nuclear, con plazos más estrictos, con una apuesta por las renovables sin necesidad ya de puentes nucleares. Incluso Francia existe un debate nuclear. Francia lamenta no haber hecho la apuesta energética de Zapatero, con ella podría plantearse cerrar de sus nucleares.
Tras el “miedo” alemán esta la astucia y olfato. ¿Existe un vértigo ante el éxito, para dar marcha atrás a los objetivos en renovables? Zapatero no puede limitarse a decir que “se cumplirá con los compromisos”. Mientras que propicia la incertidumbre en el desarrollo de las renovables en una incertidumbre, la regulación caduca en 2013, las nucleares que en el reto del mundo se avanza su fecha de caducidad la CSN (en el caso de Ascó) acepta alargar la licencia 10 años. ¡Qué paradoja!
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Siendo referencias mundiales en una política pionera. El Centro de Control de Energía Renovable (CECRE) de Red Electrica de España, se puede decir que es lugar obligado de peregrinación de cualquier país que apueste por las renovables. Simboliza el éxito de una apuesta acertada de su presidente, Luis Atienza, cuya tecnología es reclamada en los cinco continentes. Se equivocaron los que vaticinaban caídas de tensión, cortes suministros. Integra en una isla energética, problema que no tiene otros países, energía limpia de un modo ejemplar.
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El ministerio de Industria sigue con una gestión miope de desajustes. ¿Tanto le cuesta entender la diferencia entre los costes de generación de los costes reconocidos por un modelo marginal de precios? Este enfoque parcial explica que en lugar de resolver problema cree otros (al revés que el buen Samaritano). Lo que cualquier gobierno quisiera para él, lo éxitos del gobierno del PSOE en renovables, los convierte en fiascos.
Rubalcaba sólo tiene que decir la verdad para que le caigan los frutos que Zapatero no ha recogido. Se equivocaría su equipo si cree las políticas que tanto éxito tenido. Hay errores que enmendar, el ladrillo, infraestructuras que forman parte más del pasado que del futuro. La dificultad que queremos señalar es de naturaleza de matiz. Los ciudadanos que han creído lo que dice el BOE y, con su esfuerzo, han logrado que se cumplieran los objetivos marcados por Zapatero (en renovables); luego el presidente no puede culpa de haberles hecho caso. Y luego pedir que no pierdan la confianza en él.
Alfredo Pérez Rubalcaba es un experto en gestionar crisis. La tarea que tiene, si cabe, es más difícil, ser capaz de gestionar los éxitos de Zapatero.
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