Japón nos muestra hasta qué punto hemos ignorado los riesgos de la energía nuclear. Hemos subido a bordo de “superjet” nuclear, absteniéndonos de preguntar por la pista de aterrizaje.
Alemania plantea cerrar siete centrales, mientras una comisión ética dirigida por Klaus Topfer, ex ministro y ex Director del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), analiza un abandono de la energía nuclear. Miguel Sebastián anuncia mientras tanto que se jubilarán anticipadamente aquellas centrales que no superen los nuevos exámenes sobre condiciones de seguridad. ¿Es que no eran correctas las condiciones de evaluación que se pusieron hac3 menos de un año?
Fukushima muestra el modo en que los técnicos pueden dividir y subdividir los problemas tecnológicos, ora una cuestión de válvulas, ora de bombas, cuando se trata de una tecnología que, como se ha visto, lleva en ocasiones intrínsecamente aparejados problemas de diseño que están en la configuración básica y la concepción inicial. ¿Qué precio tiene el cierre de las nucleares? ¿Es un debate precipitado? El principio del buen samaritano es evitar resolver problemas y no causar daños mayores.
¿Podemos substituir las nucleares? Las nucleares españolas, cada una de las cuales funcionan 8.028 horas al año, producen prácticamente lo mismo que el parque de las plantas de gas de ciclo combinado, cada una de las cuales sólo funciona de media 2.574 horas. Ahora, las térmicas funcionan sólo al 30% de su capacidad, pero si se duplica su tiempo de funcionamiento podríamos cerrar todas las nucleares. Incluso, hay que tener en cuenta que la tendencia reciente estaba siendo un menor uso de las térmicas, hasta el punto de que Red Eléctrica de España preveía que el ciclo combinado se quedaría prácticamente sin hueco en el mercado, funcionando por debajo de 1.700 horas, debido al empuje de la mayor implantación de las renovables. Por eso, si se suprimieran las nucleares se optimizaría el uso de las plantas de ciclo combinado y se acercarían a un funcionamiento de 5.500 horas al año, necesarias para su amortización la inversión.