martes, 4 de diciembre de 2012

El sujeto político del cambio climático en Doha. ¿Y dicen que aquí no podemos hacerlo?


El estado nación contra una política interior global
A la pregunta de qué papel han de jugar los gobierno subestatales en la lucha internacional contra el cambio climático, Ramón Jauregi respondía que no hay más sujeto en el derecho internacional que los estados nación. Es idea que la soberanía es indivisible, o dicho en palabras de terrible Carl Schmitt “soberano es quien decide el estado de excepción”. La crisis Europea, pero también climática, es una crisis de la democracia y el concepto de soberanía dominante.
En la cumbre de Copenhague ya e dio jaque el multilateralismo de Naciones Unidas. La impotencia para dar respuestas a la lucha contra el cambio climático, al igual que con la crisis financiera, reside en la ausencia de una arquitectura de una política global contra el cambio climático, que sea capaz de desplegar políticas más allá de estado nación. Necesitamos expedir nuevos pasaportes de una ciudadanía que ponga en juego otros actores para que actúen de forma coordinada en el gobierno de las interdependencias mutuas.
¿Acuerdos de arriba abajo, políticas de abaja arriba? 
Naciones Unidas no es el poder imperial que se pinta. El poder de Naciones Unidas es precario, basta comparar su presupuesto con el de los bomberos de Nueva York. Ni siquiera puede determinar con autonomía su agenda política. La fuerza de Naciones Unidas radica en su papel de “poder blando” (software) frente ningún “poder duro” (hartware) puede suplantar sus funciones, por más hegomonico que fuera.
Aquellas funciones de seguridad, derechos humanos, etc., que inicialmente tuvo Naciones Unidas se ha ampliado condicionando las políticas internas de los estados . Los estados nacionales, llegados al siglo XXI, forma parte de una densa red de acuerdos internacionales y organismos con competencias propias de la política interna. Mientras Naciones Unidas descarga las enormes tareas de la política interna global en unos estados estos, sin embargo, no tiene una arquitectura de gobernanza que les permita actuar sobre redes horizontales que integres las acciones de una incipiente sociedad global.  Faltan los global player.
Los estados nacionales están perdiendo oportunidades e una acción estratégica exterior, con capacidad de legitimidad democrática, al estar atrincherados tras las fronteras nacionales. La desintegración de la división institucional clásica marca nueva constelación para una subpolítica global.  Para Ulrich Beck estamos en esos esbozos para configurar un globalcitizenship -que permita asumir esas bastas tareas de una policía interior global a nuevos actores políticos postestatales. Esa nuevas alianzas, más allá de las instituciones, para salvar el clima del planeta.
Asusencia de liderazgo en Doha. 
Lo que vimos en Copenhague fue al alianza de dos debilidades, China que no asume responsabilidades del sigo XXI, y Estados Unidos que quiere perder su papel hegemónico del siglo XX. Michel Rocard lamentaba la falta de un liderazgo político. Los gobiernos son conscientes de la necesidad de cooperar para salvar el planeta, pero alimentan una demencia de quienes están dispuestos a destruirlo (http://www.project-syndicate.org/commentary/a-leadership-opportunity-for-obama-and-hollande-by-michel-rocard/spanish).
En la política naciones esta instalada el “egoísmo nacional”. El escollo no es aceptar, o no, una legislación internacional vinculante. Sin liderazgo los gobiernos no son capaces de salir de las trincheras nacionales y actuar más allá de los estados.
El papel de subnations.
En la cumbre de Cancún en 2010 se reconoce, por primera vez, el papel activo de lassubnacions. Es la conocida por “enmienda catalana” –que ideó Josep Garriga (director de la Oficina de Cambio Climático), tuvo el apoyo de Teresa Ribera (entonces secretaria de Estado de Cambio Climático).
Las palabras de Christiana Figueres, Secretaria de la Convención del Clima, costarricense de origen catalán, reconocía que la lucha contra el cambio climático no se pueden abordar de arriba abajo, sólo contando con los estados, es preciso un concepto que engloba la sociedad mundial global que incorporen gobiernos locales, regionales, sector privado y sociedad (http://www20.gencat.cat/docs/canviclimatic/Home/Actualitat/docs/12_11_26_Expectatives%20COP%2018.pdf).
En Durban se reconoció que las subnations (gobiernos locales y subestatales) puedan asumir compromisos dentro de la convención, con la misma vinculación jurídica que países como México, Brasil o China. ¿Tiene sentido que los gobiernos sub-estatales sean reconocidos a nivel internacional y sigamos jugando con un concepto indisoluble unidad de la nación?
Más allá del estado nación.
Quebec, a pesar de que Canadá no quiere asumir compromisos a partir de 2013, se plantea metas más ambiciosas para 2020. Seguirá en las negociaciones como subestado. ¿Pide permiso a Canadá? Tampoco California y otros Estados Federados de Estados Unidos piden permisos para jugar en la arena de la política internacional como nuevos ciudadanos de un mundo que amplia sus horizontes.
Alex Salomond se reunía el presidente de Baja Sajonia. No para presentar su plan soberanista. Cerraba acuerdo con universidades de Hanover, más tarde, para impulsar un sector energético sostenible y seguro alrededor del mar del norte. Regresó con un acuerdo para crear unas super redes (super grid) en el mar del norte que da el pistoletazo de salida a masivas inversiones en eólica marina. Escocia y Baja Sajonia quieren superar el 100% de renovables en 2020 (http://www.scotland.gov.uk/News/Releases/2012/11/lower-saxony-cabinet20112012).
El acuerdo busca “atraer grandes beneficios, no sólo para la Baja Sajonia y Escocia, también para la  Unión Europea en su conjunto”. Valdría la pena que Cataluña, demás de participar en jornadas de The Climate Group, sea capaz de descubrir el potencial estratégico trabajar en redes horizontales con otras actores subnation. ¿Y dicen que no podemos hacerlo?

lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Qué lugar ocupa la ecología en las elecciones? La agenda verde del PSC.


¡El cambio climático entra en las elecciones presidenciales!
El huracán Sandy ha hecho que el cambio climático entrase en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Barack Obama ganó estados claves de Colorado, Iowa, Ohaio, Virginia, Nuevo México y Wisconsi que habían sufrido recientemente fenómenos meteorológicos extremos. Quizá sea casual. Desde climate heroes 2012, con Club Sierra y otras ONG apoyaron de forma activas aquellos candidatos comprometidos con el clima (http://climateheroes2012.com/Climate_Heroes_2012/Home.html).
Quién reproche de que la gestión de Barack Obama ha sido mediocre no debería olvidar que ha tenido el Congreso más hostil al medio ambiente de toda la historia; casi cada día -247 veces- votó debilitar la EPA –Agencia de Protección Ambiental (https://www.commondreams.org/view/2012/06/20-2).
Ocuppy Wall Street se convierte en #occupysandy.
Occupy Sandy, el Occupy Wall Street del clima, ha mostrado la capacidad de las redes sociales para convertirse en plataformas a través de las cuales canalizar voluntarios; un medio efectivo y tangible para distribuir los esfuerzos allí donde estos son más necesarios y ofrecer apoyos a los más afectados por el huracán.
Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York, dijo que la ciudad estaba abrumada por la cantidad voluntarios dándose ayuda mutua unos a otros. Son las resiliencias sociales al cambio climático menos estudiadas, que deberían formar parte de las políticas públicas. La sociedades individualizadas son más vulnerables que las tradicionales a los riesgos.
Occupy Wall Street está en las antípodas de Michael Bloomberg. “Nueva York seguiría siendo la ciudad más abierta y tolerante del mundo”, señaló el alcalde de Nueva York y, añadía “guardo algo de hippie todavía”. La paradoja es que no fue Occupy Walls Street quien impuso la violencia subjetiva contra Wall Street; quien cerró la bolsa más importante del mundo fueron las condiciones objetivas del huracán Sandy.
El Pentágano rápidamente ha identificado el cambio climático como una amenaza a la seguridad nacional. Las sorpresas climáticas pueden hacer vulnerables las tropas de Estados Unidos repartidas en el mundo; un solo evento catastrófico podría desencadenar reacciones en cadena que pongan en riesgo las misiones y la seguridad global. Ahora la opinión pública más recalcitrante acepta que el cambio climático es una cruda realidad.
Barack Obama en su discurso, tras la victoria en Chicago Illionis dijo: “queremos que nuestros hijos vivan en un país que no esté lastrado por la deuda [del clima]…, que no se vea amenazada por el poder destructivo del calentamiento del planeta” (http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=ddx8t6zGWxA).
¿Qué lugar demoscópico ocupa el cambio climático en la política? 
Pere Navarro ha propuesto crear una vicepresidencia que aglutine el cambio climático, la economía verde y la lucha contra la exclusión social y pobreza. En el programa del PSC incluye celebrar una Convención Catalana de Cambio Climático y Economía; se inspira en la celebrada en Francia por François Hollande que implicó a todo e gobierno, las demás fuerzas políticas y la sociedad civil. Son esos grandes pactos de estado (unos Pactos de la Moncloa verdes) capaces de convertir los brotes verdes, en prados verdes, para lograr selvas verdes.
Richard Nixón situó el medio ambiente dependo de la presidencia de Estados Unidos al crear el 2 de diciembre de 1970 la EPA. La Unión Europea creo el primer programa de medio ambiente en 1973. España no creo el ministerio de medio ambiente hasta la llegada de José Maria Aznar a la Moncloa. Josep Borrell fue ministro que empezaba por de Obra Pública y acababa por Medio Ambiente -en 1991. En las mismas fechas Cataluña tenía una Consejería de Medio Ambiente -con Albert Vilata.
La estrategia Europea hacia el 2020 ha permitido que medio ambiente integre el cambio climático y la energía. Se escucha, ¿qué efectos tiene para Alemania? En ninguna capital europea se pregunta ¿qué consecuencias tiene para Europa? Preguntas incorrectas dan lugar a respuestas erróneas, cuando el reto no es nacional. Si Europa supiera mirar los mapas en lugar de las fronteras tendría una política energética y climática para 1.000 millones de habitantes, la región de mediterráneo espera una revolución energética solar que no llega.
¿Dónde encaja el cambio climático, la economía verde y la lucha contra la exclusión social?
David Cameron con frío pragmatismo ha puesto en marcha, en Reino Unido, un programa contra el peligro de exclusión energética; 63.000 millones de libras, entre 2013 y 2027, en inversiones en medidas de eficiencia. El plan crearía 71.000 empleos en 2015, se financia a través de un impuesto sobre las emisiones de CO2.
David Cameron no hubiera aplicado estas medidas de no ser por el sistema electoral británico, donde hay un cuerpo de político y electores que favorece estas presiones de abajo arriba. “Nos enfrentamos a dificultades económicas de miles de familias para pagar la energía; las casa frías dañan la salud de los niños y las personas mayores… pedimos que los impuestos del carbono se destinen a reducir la factura energética“; reclamaba una iniciativa ciudadana (http://www.energybillrevolution.org/).
En las antípodas está la “tarifa social” que supone subsidia tarifas. Poco coherente con el gobierno que dice que la energía más limpia es la que no se consume… a pasar frío. Resulta más fácil que arremangarse para impulsar una economía verde generadora de empleo.
Jeremy Rifkin exponía cómo Italia había logrado en un año instalar 9 GW fotovoltaicos (el equivale a 7 nucleares de 1400 MW, que tardaría una década en construirse). Recuerdan aquellos comerciales que vendían cosméticos o enciclopedias casa por casa; pues se han reciclado y ahora ofrecen paneles fotovoltaicos en los tejados. Te financian la inversión con el ahorro -en Italia la fotovoltaica está entre un 15 y 40% más barata que la electricidad de la red. ¿Quién puede rechazar esta extraordinaria oferta? Se ha generado más de cien mil  empleos.
¿Y Cataluña?
Los sucesivos gobiernos se dedican a planificar el futuro, es más fácil que tener que gestionar el presente. El PECAC 2020 se aprobó tras la convocatoria de las elecciones sin llegar a debatirse en el Parlamento. ¿Cómo puede ser que Alemania, con mucho menos sol que España, genere en mayo o junio un 50% de energía con los 49 GW fotovoltaicos instalados? Escocia quiere lograr en 2015 un 50% de energía renovables. ¿Qué hemos hecho?
En 2008 instalamos la mitad de la fotovoltaica que toda Europa. Todo el mundo nos miraba, ¿cómo lo habíamos hecho? “Si queremos ser los primeros de la clase en tecnologías inmaduras tendremos que pagarlo”, se dijo por las grandes energéticas. Se exigió al gobierno “paralizar los proyectos y frenar el desarrollo tecnológico”. ¡En caso contrario tenemos la energía más cara de Europa!
Sinceramente nos asustamos. El precio en 2008 era de 65 euros MWh, en 2010 bajó a 25 euros MWh. El cierre nuclear por Alemania, se dijo, le llevaria a consumir nuclear de Francia. Ha sucedido que Francia importa de Alemania. Las plantas de gas alemana, con más  renovables, tienen precios demasiado bajos para ser rentables (http://enenews.com/germany-producing-too-much-power-after-turning-off-nuclear-reactors-experts-warn-gas-driven-plants-are-shutting-down-wind-solar-hydro-are-too-cheap).
Las falsas ideas nos llevó a descarrilar el tren del futuro. Mientras que la socialdemocracia se deja apabullar por los detalles de la política del día a día, y no ofrezca grandes perspectiva de futuro, pierde capacidad de ofrecer una amplia perspectiva al conjunto de la sociedad.
Una agenda verde del PSC.
Se debería prestar más atención a la Agenda Verde del PSC. Valdría la pena que algún otro partido se arremangase y luchase de forma ofensiva contra el cambio climático y por una transición energética. Ocupa una ridícula nota a pie de página en los discursos.
No nos podemos permitir el lujo dudar entre transitar hacia la madurez -acelerar la curva de aprendizaje de las tecnologías verdes-o hacer descarrilar el tren de este liderazgo tecnológico. La Agenda Verde del PSC muestra que los tejados fotovoltaicos en fábricas, las centrales de biomasa, los tejados verdes, la energía geotérmica, etc., son realidades. Son acciones de gobierno que han pasado, lamentablemente, desapercibidas (http://mediambient.socialistes.cat/noticia/agenda-verda-del-psc).
Sólo falta conectar las piezas.
Es inaceptable, en un momento de crisis, paralizar inversiones por la incertidumbre de quien toma decisiones. Algunos programas ni se atreven garantizar la seguridad jurídica cuando es urgente dar a los emprendedores amplios horizontes sabiendo que las reglas no se cambiarán a mitad de partido. Falta, en todo esto, la presión democrática ascendente. Prevalece una sociedad dócil.
La ley electoral no es un mecanismo para elegir el gobierno. No estamos en un régimen basado en encuestas (demoscopia) sino en la formación de la voluntad institucionalizada de la soberana popular. Ello requiere adecuaciones para ampliar los horizontes de la participación democrática (“los partidos políticos expresan el pluralismo político” -dice la constitución de 1978).
Esta concepción de la política hubiera hecho impensable que republicanos expresaran su apoyo a Barack Obama. El elevado numero de indecisos no es por falta de fidelidad ideológica, sino de un compromiso político que las actuales ofertas no satisface sus demanda. Los grandes retos y desafíos se consideran cuestiones marginales en la agenda política.
En Australia el cambio climático ha determinado la identidad de sus últimos tres primeros ministros. Un asunto en las primarias socialistas y las presidenciales francesas. ¿Cómo el cambio climático y la economía verde no son el eje de las elecciones, cuando es un vector de las políticas industriales y económicas de muchos países -sobretodo emergentes- que ocupa en el mundo una parte -cada vez mayor- de PIB?
Esperemos que otros se sumen a una agenda verde. Y que los medios dediquen más atención a este tipo de iniciativa innovadoras como la agenda verde del PSC. La madurez democrática, una economía verde, un pluralismo político más allá de las paredes de los partido son también un factor clave para salir de la crisis.

Lo que nos une a los europeos, una respuesta contra la austeridad une a los ciudadanos de Europa


La convocatoria de huelgas, paros y manifestaciones en Europa contra la política de austeridad, convocada por la Confederación Europea de Sindicatos, el 14 de diciembre evocan a aquellas manifestaciones simultáneas en las principales capitales europeas el 15 de febrero de 2003. Reaccionaban a un golpe de mano de los presidentes de España, Portugal y Reino Unido que, a espalda del restos de sus colegas Europeos, invitaba a respaldar la guerra de George Bush contra Irán.
Ambas convocatorias expresan el sentimiento de pertenecer a una comunidad política común, más allá de las fronteras, que sólo será capaz de responde a los retos y los desafíos desde una política, que a la dimensión nacional, se añada una dimensión Europea.
Pregunta erróneas, respuestas equivocadas.

La política europea frente a la crisis ha fracasado de forma estrepitosa. Para el gobierno alemán el problema de la crisis es la falta de disciplina fiscal a nivel nacional. La convocatoria de la Confederación Europea de Sindicatos de paros y manifestaciones en las capitales europeas no sólo rechazan las políticas de austeridad, también pide otro diagnóstico de la crisis -abordado como un problema europeo.
Lo que se escucha en Berlín, Madrid, París, Lisboa, Roma o Atenas es la pregunta, ¿qué efectos tiene la crisis para nuestra economía nacional? El resultado de preguntas erróneas son respuestas incorrectas. Respuestas efectivas reclaman preguntas de signo opuesto, ¿qué significado tiene la crisis de la zona euro para Europa?
La deuda no es la causa sino el efecto de la crisis: errores de diagnóstico.
Regresamos aquellas recetas del Fondo Monetario Internacional de los años 80 y 90; olvidando que sin crecimiento no hay consolidación fiscal. en los manuales del Fondo Monetario Internacional sólo hay una concepto “estabilidad fiscal”. Un ajuste duro de gasto, en lugar de aumentar ingresos, permite que el sector privado se convierta en el motor de la reactivación económica, una salida rápida de la crisis
fue ajustes de gasto, en lugar de ingresos. Se parte el supuesto que aumentar el gasto público supone menos recursos en la economía y aumenta los tipos de interés, cuando en práctica los ajustes son parte del problema no de la solución. Se confiaba que los brotes verdes estimulando la inversión privada se convertiría en selvas verdes.
Con una caída de la demanda privada abordar ajustes acaban por asfixiar la economía, sin reducir las deudas. Europa está en una espiral de nuevos ajustes que amenaza con agravar la crisis.
Sólo podremos encontrar nuevas respuestas si somos capaces de modificar la pregunta. Partimos de un diagnostico equivocado que confunde los efectos de la crisis con las causas. Se considera la crisis es un problema exclusivo de los camarotes de tercera -en que se incluye cada vez más países. El problema, dicho de la forma gráfica, no son los camarotes de tercera, es un problema del Titánic ¡estúpito!
Angela Merkel está intuyendo que el agua empieza a entrar en los camarotes de primera. El gobierno alemán ha reducido las previsiones de crecimiento del 1,6% al 1,0%. Más grave es que el agua está entrando a través de la sala de máquinas; el retroceso de la producción industrial fue de 1,8%, más profunda que el 0,5% estimado. Es el resultado de lo que el colectivo de economistas frente a la crisis, en su último libro, no dejaba lugar a dudas: no es economía, es ideología.
Mientras en cubierta sigue el baile.
Son bochornosas las alabanzas que aún recibe Christine Lagarde del FMI. Sigue con sus consabidas recetas basadas ajustes del gasto, contener salarios, reducir suelos públicos; sólo que ahora está dispuesta a aceptar que estos ajustes sean algo menos intensos y rápidos. Da un poco más de tiempo para lograr el 3% de déficit público.
Es la música que suena en la cubierta del Titanic. Los guitarristas del libre mercado ofrecen unas partituras repletas de datos y estadísticas mientras sigue el baile. Acusan aquellos que cuestiona la eficacia de los ajustes de negar la realidad y falta de valentía para abordar los problemas. En lugar abordar una respuesta europea empieza a sonar una música en que la crisis se imputa al otro, sea este la Europa del sur o la Alemania del norte.
Baviera presiona a Angela Merkel para que Berlín o Renanía del Norte reduzcan su deuda y gasto. Bajo bonitas palabras de equilibrio entre responsabilidad y solidaridad. El efecto es un lamentable desplome de la demanda interior en Alemania. Los pedidos de la competitiva industria tecnológica de Baviera se desploma, logrando el egoísmo nacional el efecto opuesto. Este discurso, en ocasiones revestido de causas sociales, está provocando la ruina de Europa y arrastra al mundo al abismo.
Los enemigos de la política alemana, la propia Alemania.
Los sindicatos no piden un poco menos de austeridad. Reclaman otro diagnóstico de la crisis.Peter Bofinger exigía un cambio radical de la política monetaria del Banco Central Europeo (http://www.bloomberg.com/video/lower-ecb-rates-would-help-periphery-bofinger-says-1zXYZl8XQ1SxINDjoksvbA.html).
La miserable situación económica que Alemania está empujando a los países de la zona euro acaba teniendo consecuencias en la economía alemana. “El riesgo de recesión en Alemania está creciendo mes a mes”, señalaba Gustav Horn director del Instituto de Macroeconomía (IMK) en Handelsblätt. Y añadía “la causa es la profunda austeridad que está provocando la caída agregada de los países de la zona euro en crisis”.
Los últimos seis meses el barómetro de desarrollo económico del Zentrum für Europäische Wirtschaft (ZEW) muestra una caída de 4,2 puntos, después subidas en semestres anteriores. “Esto hace sopesar la situación económica en los próximos meses” –dijo Wolfgang Franz de ZEW. Para Gustav Horn de IMK una política de estabilización va a requerir aumentar el impuesto sobre la propiedad y el patrimonio, poder así estimular el gasto educativo, sanitario, etc.
Lo que nos une a los europeos. 
Alemania hace una década abordó una contención salarial y del gasto público; fue el éxito del modelo alemán basado en exportar de forma ilimitada al resto de Europa. Si los demás países hubieran seguido los pasos de Alemania no tendrían crisis. De aquí que la respuesta este siendo disciplinar, con duros ajustes, los países de la periferia. El resultado es que Alemania se ha quedado sin importadores y su economía se acerca a la recesión. Se trata de una contradicción lógica. El superávit de uno es un juego de suma cero. Alemania no entró en recesión al no ser acompañada por otros países en esas políticas.
China, a diferencia de Alemania, es consciente que el desarrollo económico basado en un modelo exportador hace vulnerable y dependiente la economía de la demanda exterior. Ha recuperado el concepto de Confucio xiaokang (modesta prosperidad) con el que estimular la demanda interior. Y el congreso del Partido Comunista hace un giro ecológico para sostener la demanda interna.
Europa está masacrada por la austeridad como pusieron de relieve en las calles los sindicatos europeos. Europa está buscando la solución a la crisis en lugares erróneos. No son las élites económicas sino la esfera publica europea la que puede dar una respuesta a la crisis más allá del egoísmo nacional. Alguien más debería de acompañar a los sindicatos en exigir el fin de esta locura que vive Europa.

¡Sí que hay alternativas!




Europa en un callejón sin salida.
“Los jefes de estado de la Unión Europea al parece no saben lo que Europa necesita” escribía en facebook el presidente del SPD, Sigmar Gabriel. Lo grave no es que Europa de respuestas equivocadas a la crisis Europea, es que ni siquiera se plantean la pregunta. “No tenemos otra cosa que estados individuales”, declaraba en ARD Sigmar Gabriel. Lo más preocupante es que en la reunión de líderes europeos nadie ve la gravedad de una Europa en un callejón sin salida.
Jürgen Habermas y Peter Bofinguer, en un esbozo de programa para el SPD -titulado Contra la fachada democrática-, reconocían que sólo desde una democracia postnacional, con una gobernanza común de Europa, se puede abordar la crisis -y recuperar la soberanía usurpada por los mercados. Una Europa Federal es una estrategia errónea que sólo logrará unir en su contra a todos los estados celosos de su soberanía nacional.
Estic fins als collons de tots nosaltres.
Es la frase pronunciada por Estanislao Figueres, presidente de la primera república federal, el 10 de junio de 1874, en el Consejo de Ministro. Una frase que escenifica la catástrofe del fracaso de los presupuestos europeos para 2020. El programa Erasmus sin fondos es sólo una gota en un presupuesto que se ha seca. El recorte presupuestario de la Unión Europea que supone despedirse de la innovación, del empleo y del crecimiento.
El PSC debería mostrar mayor dosis de pragmatismo al afrontar una Europa que está en un callejón sin salida. Presentar el federalismo como  la solución demuestras falta de realismo político. Contra la fachada democrática aboga, en lugar de por un estado europeo federal, por una doble soberanía –una ciudadanía europea que no suplanta sino complementa la ciudadanía nacional y, de este modo, abrir el camino a una democrática supranacional europea.
El dilema al que se enfrenta Europa es avanzar hacia una Europa Federal -con elevadas dosis de realismo  y pragmatismo- o, por el contrario, se regresa al nacionalismo monetario –Europa está entrando en una proceso de disolución con un euro en fase de desintegración.
Europa es incapaz de jugar a la magnitud de escala en que juegan los mercados especulativos. Se debería hacer pedagogía y enfrentarse con el “egoísmo nacional” (aquellas políticas que buscan generar superávit exterior a base de recortes…), y buscar puentes con aquellos que aún identifican las políticas sociales con el viejo estado nación (ampliando las fronteras de la voluntad de recuperar la soberanía, hoy en manos de los mercados). Devolver a Europa una finalitè es mostrar que el origen de la crisis financiera, está en la debilidad de las instituciones políticas. En lugar de abordar la construcción de una arquitectura política europea se platean construir estructuras propias de estado nacional.
Una política al servicio de la demoscopia.
Grecia es el ejemplo más dramático de los efectos de un estado dependiente del poder financiero. Grecia por si sola no es capaz de resolver la crisis, pero tampoco en una Europa, como la actual, construida por las élites políticas y financieras. La izquierda debería encontrar aquel pathos de los ciudadanos constitucionalistas que en el siglo XVII fueron capaces de transferir soberanía de los estados a la federación.
Quienes apelan a la “indisoluble” unidad de España o que la “soberanía… reside en el pueblo”  (artículo 1 y 2 de la constitución) parten de la premisa falsa que cualquier respuesta a la crisis sólo es posible en el marco del estado nación. Lo que más molesta no es la sobriedad y falta de ambición. Es esa dócil  política defensiva, atrincherada en el estado nación, incapaces de abordar una respuesta más allá de las fronteras nacionales.
Los estados de Europa redescubren el estado nación que llevan dentro. La cumbre sobre el cambio climático que se inicia en Doha (COP 18) puede fracasar por la falta de acuerdo en los presupuestos –ni el primer pago inicial de 30.000 millones se ha efectuado. El síntoma de una falta de liderazgo político para afrontar una política global frente al cambio climático, domesticar los mercados financieros o recuperar la soberanía sobre una deuda en manos de especuladores.
Duro revés electoral a la demoscopia y el oportunismo electoral.
El gran derrotado en las elecciones ha sido la demoscopia. Tras la victoria de la alcaldía de Stuttgart por Los Verdes -obtuvieron un 53% de votos en la capital de Baden-Württemberg-, la CDU planteó cuales habían sido lo errores (http://www.sueddeutsche.de/app/downloads/grosstadt.pdf).
La CDU alerta que la mayoría de su clientela electoral en grandes ciudades está por encima de los 60 años. ¿Cómo mantener una política familiar sin tener en cuentas cambio demográficos? Carecen de una política para hogares unifamiliares que se ven desprotegidos. El documento critica que la CDU oferte un perfil tradicional,  basado en la política de guarderías, las jubilaciones, etc., evita afrontar los desafíos y los retos urbanos de futuro.
Estas palabras demuestran que el oportunismo demoscópico,  siguiendo el guión de la pragmática del poder, acaba reduciendo su propio espacio de maniobra política.  Los vencedores de las elecciones recogen errores ajenos, no méritos propios. La tarea más difícil del próximo parlamento no será lograr una mayoría estable sino formular las preguntas correctas -condición para una narrativa capaz de encontrar las respuestas acertadas.
Atrincherarse en la demoscopia y unas convicciones políticas se reducen a puro marketingprovoca que la capacidad de maniobra política se reduzca a cero. Las dificultades para formar una mayoría en el parlamento catalán debería ser una oportunidad para, desde la creatividad e imaginación, ofrecer una respuesta al descaro del capitalismo financiero o abordar el cambio climático aprovechando las oportunidades de actuar más allá del estado nación. Supondría hacer despertar al “león político” que se esconde detrás de una acción global directa -como es impulsar una economía verde innovadora.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Salvar la dignidad de la democracia. Papandreou pone a una Europa devastada ante el espejo. Un comentario al artículo de Frank Schirrmacher "La democracia es un trasto viejo". Por Jürgen Habermas

No hace falta estar de acuerdo siempre con las sorprendentes intervenciones del editor para desear desesperadamente que el efecto de su más reciente artículo sobre una democracia-trasto no se disipe con el rápido cambio de la escena. Su interpretación de las reacciones irreflexivas de nuestras elites políticas a la intención de Papandreou de dejar decidir al pueblo griego sobre la sombría alternativa entre la peste y el cólera ha dado en la diana. ¿Qué podría desenmascarar mejor la dramática situación de una clase política secuestrada por "los mercados" que la pomposa preocupación del jefe de personal de la UE y del Fondo Monetario Internacional sobre los colegas rebeldes de Atenas?.



Los principales actores en el escenario de la crisis de la UE y del euro, que se agitan desde 2008 atrapados en los hilos de la industria financiera, se manifiestan soliviantados contra un compañero de juego que se atreve a levantar el velo que oculta al títere que hay detrás de su demostración de músculo. Entre tanto el sujeto reprendido se derrumba. Esta vez no debemos olvidar lo que se puede aprender de esta obra de teatro. ¿Estamos realmente ante la afortunada victoria de los expertos sobre la temida ignorancia del pueblo y la de un actor que ha pretendido alzarse en abogado defensor del pueblo?.

Papandreou ha desistido de la intención de convocar un referéndum cuando su ministro de Finanzas, antes del amanecer, se convirtió en un Bruto. En la tarde de ese mismo día Reuters informaba de que el euro "ante la inminente caída del gobierno" se revaluó significativamente y las cotizaciones de las acciones subieron en las bolsas europeas. Ante todo esta peripecia, el giro en redondo de Papandreou, revela el significado cínico de este drama griego: menos democracia es mejor para los mercados. Frank Schirrmacher ha diagnosticado correctamente en este asunto el abandono de los ideales europeos.

De nuevo resulta impredecible si Papandreou superará o no el voto de confianza. Mientras tanto se ha difundido su declaración de que el referéndum no hubiera sido "un fin en sí mismo". Lo que queda es un rompecabezas que muestra tanto al héroe trágico como al político oportunista. No debería sorprender que la misma persona fuese ambos a la vez, encarnando el modelo de político que fracasa haciendo equilibrios entre el mundo de los expertos financieros y los ciudadanos. Hoy las élites políticas están sometidas a una prueba decisiva. Ambos caminan en direcciones opuestas: los imperativos sistémicos del capitalismo financiero salvaje, al cual los políticos previamente habían liberado de las ataduras de la economía real, y las quejas sobre el incumplimiento de promesas de justicia social, que les llegan desde el destrozado mundo real de su electorado democrático.



Las píldoras tranquilizantes ya están preparadas.

Por supuesto, en los estados liberales constitucionalmente construidos sobre los impuestos ha existido siempre una tensión entre democracia y capitalismo. Los gobiernos elegidos democráticamente solamente pueden recibir y adquirir legitimidad si inteligentemente encuentran el camino para que de alguna forma se pueda alcanzar un compromiso entre los imperativos de ambas partes: las expectativas de ganancias de los inversores y las expectativas de los electores que quieren que se alcance un justo punto intermedio en lo relativo a los niveles de vida, la distribución de la renta y la seguridad social. Pero en los tiempos de crisis resulta que ambos caminos están bloqueados. Y entonces los políticos deben confesar sus colores.

Naturalmente siempre están disponibles píldoras tranquilizantes ideológicas que evocan la idea de que el bienestar a corto plazo de los bancos y de los accionistas coincide con los intereses a largo plazo de los ciudadanos y de las demás partes interesadas. Pero hoy ningún político responsable debería engañarse a sí mismo. Los políticos que están culpando de la crisis bancaria a los países sobreendeudados e imponen a toda Europa programas de ahorro sin consideración a los sacrificios, tienen una visión incompleta. Ellos se dan cuenta de que el mecanismo de endeudamiento público ha alcanzado sus límites, pero no se preguntan sobre las causas de la necesidad de legitimación que el legislador ha satisfecho por esta vía.

La pretensión legítima de que en las sociedades del bienestar europeas no exista ninguna pobreza pública y ninguna parte de la población pobre y marginal al lado de la riqueza privada, no puede desecharse porque el excedente de capital líquido busque oportunidades de inversión y en algún momento deba ser recortada a expensas de los ciudadanos. A los políticos que sueñan en la vuelta al orden liberal intacto de una economía correctamente ajustada, pero autorregulada sin intervención política, les deberían recomendar la lectura de un ensayo de Wolfgang Streek en el último número de “New Left Review”. En él el Director del Instituto Max Planck de Ciencias Sociales de Köln indaga por qué el mecanismo de la deuda, que ahora ocasiona costes insoportables, ha reemplazado al mecanismo de la inflación que desde los años ochenta se había considerado de manera análoga como intolerable.

El defecto fundamental.

Papandreou tiene el mérito de haber situado durante un segundo de pánico el conflicto central, que hoy se ha vuelto a trasladar a las negociaciones arcanas y elusivas entre los Estados del euro y los lobbistas bancarios, bajo la luz de ese escenario en el cual puede ser compartido por los interesados. Precisamente cuando solamente existe la posibilidad de elegir entre peste o cólera, no puede retirarse el poder de decisión de las cabezas de un pueblo democrático. Esto no es sólo una cuestión de democracia, también está en juego la dignidad. Un articulista del "Financial Times", que en otros casos no trata con delicadeza a los ídolos de las altas finanzas, tras conocer el proyecto de referéndum expresó la sabrosa opinión de que una decisión de carácter político debe ser ante todo un asunto del Parlamento, mientras que solamente sería apropiado un referéndum en el caso de un cambio constitucional. ¿No debería votar la población griega, aunque sea tarde, sobre el cambio constitucional que supone la pérdida de soberanía que, como también en Irlanda y en Portugal, se ha producido ya desde hace tiempo por las imposiciones de la Troika formada por la UE, el FMI y el BCE?.

Papandreou es revelador y no solamente en el papel del héroe trágico. Como táctico del poder que quería ahogar las intrigas político-criminales de una oposición sin conciencia, ha puesto en evidencia la imprevisión de una Unión Europea desgarrada apenas una semana después de la supuesta Gran Solución. No es tanto una cuestión de ingobernabilidad sino del defecto fundamental de una unión monetaria sin unión política, ausente una capacidad de actuación supranacional que no ha podido ser alumbrada.

Los rescates que se van sucediendo en el mejor de los casos tienen un efecto retardatorio. Una solución auténtica a la crisis financiera no se puede alcanzar solamente con los medios de la política fiscal. La política europea solamente podría convencer con un diseño institucional verosímil para una integración gradual. A largo plazo parece que no hay otra salida a la crisis actual que la tardía regulación de los bancos y los mercados financieros. Las declaraciones de intenciones arrepentidas del G-20 en su primer encuentro en el año 2008 en Londres, no fueron seguidas por hechos.



Por un proceso constituyente europeo.

Falta la voluntad política para una unificación global porque faltan las instituciones que harían posible la construcción de una voluntad supranacional y la adopción de decisiones globales. También por este motivo los Estados de la Unión Monetaria Europea deberían considerar la crisis como una oportunidad y actuar seriamente con la intención de reforzar su capacidad de actuación política en los niveles supranacionales. El desastre griego es por ello un claro aviso contra el camino post-democrático que Merkel y Sarkozy han seguido. Una concentración del poder en una reunión intergubernamental de los jefes de gobierno, que oculta sus acuerdos del control de sus parlamentos nacionales, es el camino equivocado. Una Europa democrática que no debe adoptar en ningún caso la forma de un Estado federal europeo, debe tener un aspecto diferente.

Este proyecto no solamente exige imaginación institucional. El debate diferido sobre la necesidad y utilidad de un proyecto tal debe llevarse a cabo con amplia publicidad. Esto exige de las élites políticas algo más que el acostumbrado equilibrio entre los intereses de los ciudadanos y el asesoramiento de los expertos. El nuevo comienzo de un proceso constituyente exigiría sobre todo un compromiso de que se van a evitar las rutinas del oportunismo del poder y se van a asumir riesgos. es diferente de las rutinas de la Machtopportunismus y tomar riesgos. Esta vez los políticos deberían hablar en primera persona para convencer a los ciudadanos.

Una iniciativa como ésta sería pedir demasiado de la política y de la política de partidos, cuando éstas se han encerrado de hecho en un sistema autorreferencial y se han aislado en un entorno de actividad pública política ejercida como administración de un reservorio de votos. Entonces los parámetros de lo que en la esfera pública se asume como obvio podrían cambiar solamente como consecuencia de un movimiento social. Quien haya seguido la prensa nacional en América se quedará sorprendido por las reacciones que ha provocado el “Occupy Wall Street”.

sábado, 29 de octubre de 2011

¿Quién aprieta el freno de la energía eólica? Jordi Ortega

Ataque a la eólica.  
La Comisión Nacional de la Energía emitió la semana pasada un informe sobre el proyecto de Real Decreto, que  ultima el gobierno, por el que se establece la retribución de la producción energética por medio de tecnología eólica. En la nota de prensa, algo poco habitual cuando la CNE acostumbra a hacer público sus informes, se sabe que acaba de dar el visto bueno.
El RD limita el periodo de percepción de la prima a 12 años, el sector propone 20 años; a las primeras 1.500 horas de funcionamiento, el sector propone 2.100 horas; e incorpora la noción de renta mínima. Según el sector integrado en la Asociación Empresarial Eólica (AEE); excepto Iberdrola –la gran eólica del país, con un 25% de cuota eólica, se ha desmarcado; el RD impedirá alcanzar el objetivo de 35.000 MW en 2020. La imprevisibilidad de la retribución no garantizará la rentabilidad “razonable” de los proyectos eólicos.
La CNE considera que el Real Decreto cumple con una rentabilidad “razonable”, sin embargo, señala que “esta debe ser predecible para facilitar así la financiación ajena de los proyectos”. Nadie prestará dinero a proyectos eólicos si el RD queda como está  -apunta la AEE. 
¿Qué ha movido al gobierno a adoptar esta medida?
En los motivos el RD señala que se trata de una tecnología madura que “ha llegando a cubrir el 50% de la demanda”, por lo tanto el “régimen especial ha quedado agotado al amparo de lo previsto en las disposiciones transitorias cuarta y quinta del RD ley 6/2009”. ¿Qué dice? En este Real Decreto señala que “estas tecnologías, podrían poner en riesgo, en corto plazo, la sostenibilidad del sistema energético”.
Las “subvenciones verdes” es lo que se repite una y otra vez, lo que ha hecho disparar la factura eléctrica. Veamos. El régimen especial en el 2009 recibió 5.874 millones de euros, un 74% más que en 2008. ¿Se puede decir que se subvenciona al gas y fuel de la cogeneración? ¿Están dispuestos a considerar la cogeneración como “madura”, como dice el RD con la eólica, que especializarse en los mecanismos de asignación de precios y coberturas de mercado? La energía renovable recibe menos de la mitad de estos 5 mil millones.
El régimen ordinario a diferencia del régimen especial, este último oferta a cero euros la energía, tiene prioridad de entrada en el mercado. No tiene capacidad de negociar precios, como le ocurre al régimen ordinario que puede esperar vender, ofertar un precio marginal que cumpla sus expectativas de rentabilidad esperada. Eliminar la preferencia de evacuación de la energía renovable es una aberración. ¿Cómo el operador del mercado puede optar por consumir gas importado en lugar de viento autóctono gratuito; con una “casación” en un mercado eléctrico cada vez más “fantasmal”?
El régimen especial se remunera con precios fijos. No son subsidios, no son ayudas estatales; una parte de la factura sirve para pagar este coste. El éxito de las inversiones en renovables, que no proviene de mercados especulativos, reside en contar con un marco previsible, estable y seguro que da el modelo de feed-in tariff.
Dogmas y normas del sector energético.
El régimen ordinario tiene normas y dogmas infinitamente mejorables. La subasta trimestral de la tarifa de último recurso (CESUR) ha costado 726 millones más al consumidor; la CNE, la Comisión de Competencia, y la CNMV coinciden en que es un mecanismo inflacionista de fijación de precios contrario a la competencia. Hay otro mecanismo de elevar precios. Operadoras reducen la oferta de renovable, de modo que el Operador del Mercado casa precios marginales con centrales térmicas, que supone incrementar el precio marginal del régimen ordinario. Las ayudas del carbón además de aumentar las emisiones de CO2, se obliga a adquirir energía que incrementa el precio del pool. ¿No eran las energías renovables las que incrementan los costes?
Existe una prevaricación contable. ¿Se puede pensar que sin energía renovable el precio de la electricidad bajaría esos 5.874 millones de euros que nos cuesta el régimen especial? Es falso. No sólo porque una parte sea para la eólica y fotovoltaica. Italia, sin renovables, el precio del MWh está por encima de lo que nosotros pagamos por la energía eólica. El precio lo fijan tecnologías más ineficientes.
Tiene razón el Ministerio de Industria cuando propone medidas de urgencia que garanticen la necesaria seguridad jurídica a quienes haya realizado inversiones en tecnologías convencionales. La entrada masiva de energías renovables hundió el precio de pool los primeros meses de 2010 (202 horas con el precio a cero). En 2008 el precio del MWh estaba en 64,43 euros. Las energías renovables pusieron en riesgo las inversiones en tecnologías convencionales al hacer descender el precio a 37,01 euros en 2010. Desplazaba las tecnologías menos eficientes del mercado.
Usted no se enteró. Pues las distribuidoras no le trasladaron la bajada de precio, le cobran lo mismo; o algo más, al incluir una prima de riesgos por si el precio aumenta. No tema, las tecnologías tradicionales cobran unos complementos -pagos por capacidad-; por si usted quiere consumir más energía se establecen unas demandas “preventivas”. Lo que nos da el porque de la sobrecapacidad del sistema que, claro está, no sale gratis.
Miopía de los costes.
Nicholas Stern cuando analiza el “coste de reducción del carbono” nos ofrece una visión distorsionada de los precios. ¿Qué cuesta reducir una tonelada de CO2? Reducir una tonelada de CO2 con energía fotovoltaica cuesta 900 euros, con energía eólica 200 euros, pero con el comercio de emisiones unos 15 euros (depende del precio del día).

Nicholas Stern

Así es como ven las cosas los economistas miopes. El precio del CO2 entra en el mercado eléctrico como un coste variable, igual que si se tratase del precio del gas. Si el precio del gas subiera un 30%, no sólo subiría el coste de la generación de centrales de gas, todas las tecnologías obtendrían una remuneración un 30% más cara; incluidas aquellas que no emiten CO2, hidráulica y nuclear. ¿Conoce una energética que rechace el comercio de CO2?
Alemania ha calculado que el coste de CO2 fijado por los mercados de carbono, ha supuesto un desembolso de 10.000 millones de euros en 2005. Es una fuente de beneficios inesperados “caídos del cielo” (“windfall profit”) para el sector energético en estos años de 47.000 millones de euros. ¿Qué coste ha tenido la tonelada de CO2 reducida por este sistema? Ahora calculemos si son 10 euros el coste por tonelada o más de 500 euros. ¿Y las renovables? Ha supuesto ahorro para el consumidor de más de 5.000 millones de euros. ¿Que le ha costado al consumidor reducir emisiones con la prima? Un descuento cada tonelada reducida de 200 €. La miopía de los costes no lleva a percepciones erróneas de las renovables por unos economistas atrapados en una forma de pensar escolástica.
El precio regulado de las renovables nos trae innovación tecnológica, evita importar petróleo, evita otros costes externos, impulsa actividad económica, recauda impuestos, genera empleo, etc. Los beneficios inesperados del comercio de CO2, ¿qué contrapartidas tienen? Priorizar centrales de ciclo combinados con una burbuja de exceso de capacidad ruinosa para el sistema. El sistema de subasta de permisos de carbono, se espera, corregirá algunas de las ineficiencias e ineficacias. La transición energéticas la traerán señales clara en amplios horizontes no mercados especulativos.   
Las energías renovables, decía el presidente Artur Mas, “debe hacerse a un precio razonable”. La entrada masiva de energía renovable expulsa del mercado las térmicas de carbón, fuel e, incluso, reduce las horas de entrada de gas; ha supuesto una reducción del coste de la electricidad en más de 5.728 millones de euros entre 2008 y 2009 (de 6,961 céntimo de euro kWh a 4,263 céntimo de euro). ¿No sabe el presidente de la Generalitat qué costes acaban repercutiendo en el tejido industrial?
Basta leer que dice el gobierno Alemán. El Ministro de Medio Ambiente Norbert Röttgen señala las energías renovables como factor económico más importante de crecimiento gracias al éxito de la EEG (ley de energías renovables). Señalaba que es posible lograr un 35% de renovables en el 2020 con una contención de costes. Anuncia que una mayor parte de la tarifa iría a pagar renovable; en 2012 se prevé destinar 3,59 ct/kWh a las energías renovables frente los 3,53 ct/kWh  actuales. Supone para un hogar pagar 18 céntimos más al mes. No por la renovable sino por la reserva de liquidez de los gestores de redes. Un modelo que atraerá 200 millones de inversiones adicionales a los esperados, que impulsaran el empleo y la economía -señalaba Norbert Röttgen.
Contra las primas, en favor de las subvenciones.
Cuando se empieza diciendo “no se debería caer en la improvisación, la demagogia y la frivolidad”, se añade, “abrir un debate sin apriorismos ideológicos”. El discurso alrededor del temido déficit de tarifa, la friolera de 20.000 millones de euros, nos hace olvidar dónde se produce la ineficiencia del sistema. No en los costes sino en las noras y dogmas de un sistema infinitamente mejorable. La energía fotovoltaica cuesta 300-360 euros MWh, la eólica cuesta 85 euros MWh, mientras el gas cuesta 50-65 euros MWh, el carbón 42 o 58 euros y la nuclear 45 euros, dicen. Y añaden, la culpa del déficit de la tarifa obviamente surge de primar a las renovables más caras.
Las empresas tradicionales atizar contra las “subvenciones verdes”. ¿Qué proponen? Caminos distintos al de las energías renovables. Entre otras soluciones el del “carbón limpio”. Una tecnología que ni se sabe exactamente el coste, k+absolutamente experimental, que requiere enormes subsidios públicos. Iberdrola por menos de 1.500 millones de subvención no construiría una central de carbón limpio en el Reino Unido (David Cameron no está dispuesto a pagar tanto). Los enemigos de la “prima” son los campeones de masivas subvenciones. 

Ignacio Galán.

La eficiencia energética, que a veces proponen las tecnologías tradicionales, exige reciclar un negocio que, actualmente se basa en vender más energía y más barata energía; la estrategia de competitividad y eficiencia alejada de los retos y desafíos del siglo XXI. El modelo es inadecuado a los nuevos objetivos y metas; que obligaría a las energéticas tradicionales reciclar sus "negocio", descubrir el enorme potencial que está en vender tecnología eficiente, en lugar de energía, dando valor añadido a sus clientes. Suposiciones defensivas le impiden ver el futuro, atrincheradas en el pasado.
Forma parte del relato para desacreditar a la renovable, mantenerla recluida en el laboratorio, consideradas que no están maduras, mientras se lanzar a promover grandes infraestructuras energéticas centralizadas, con presupuestos públicos, que como la eólica marina tiene un tratamiento experimental. Se trata de mercados cautivos sólo apto para los actuales monopolios energéticos. Las empresas líder en tecnologías ven que estos monopolios es la barrera para acceder a un mercado de millones de ciudadanos que se puede convertir en productores de su energía de forma mucho más eficiente.
En Alemania está abierta diversas polémicas entorno las energías renovables. La eólica marina genera rechazo, no por problemas de vista, como la eólica terrestre; sino de visión, pues frenar la generación distribuida, supone un modelo de desarrollo de las renovables con un modelo centralizado, la generación distribuida no tiene coste para el contribuyente. El matiz es relevante.
Es prevaricación epistemológica llamar a la prima “subvenciones verdes”. En cambio la eólica marina, plan solar en el desierto (Desertec), requiere grandes infraestructuras, subsidios directos, enormes presupuestos públicos que aumenta la deuda, destinan recursos que irían a otros sectores económicos e, indirectamente, un incremento de los tipos de interés que frena la actividad económica y la generación de empleo. La prima no es un sobrecoste para el sistema, sino se extrae de la tarifa -con efectos de reducción de costes para esta. En lugar de incentivar la oferta, como las subvenciones, sin crear demanda; la prima incentiva la demanda, con una llamada a la oferta, desarrollándose mercado de un modo veloz, que hasta ahora, ninguna política había logrado. Se trata de una revolución en las políticas publicas, vendiéndolo los propios políticos como un enorme fracaso y riesgo para el sistema, incomprensible.
Un ejemplo. Ninguna política tecnología ha logrado una más rápida innovación que la lograda en las energía renovables. Y esta innovación financiada con inversión privada. ¿Por qué? existe el incentivo llamado mercado. Cando el incentivo es la propia financiación publica, desgravaciones fiscales, la política de I+D es absolutamente ineficiente. La energía nuclear con décadas recibiendo decenas de veces más subsidios en investigación que las renovables, en cambio, sigue igual de inmadura que hace medio siglo.
El zorro guardando las gallinas.
En la asociación del sector de las renovables hay empresas que, siendo destacados miembros de la junta de esta, se permiten despotricar contra la propia tecnología que promueven. El negocio es el negocio. Y los caminos empresariales son inescrutables –como los del señor.
¿Las asociaciones de energías renovables, en cambio, no atacan a sus propios miembros? No crea que Iberdrola no esté apostado en medio mundo, excepto en España, por la energía eólica. Gracias al modelo inflacionista de fijación de precios, está usted contribuyendo al desarrollo de renovable en esos países. Los próximos MW eólicos que entren, dentro de los cupos del registro, serán aquellos adjudicados en concursos autonómicos. Iberdrola ha quedado excluida. El interés de Iberdrola, en el corto plazo, no es la eólica en España. Tiene músculo para crear empleo, desarrollar tecnologías y reactivar la economía en otros países. El Ministerio, más que cuidar las gallinas, puede tener la tentación de acabar con ellas.
En el mundo existen verdades, mentiras y estadísticas. Deberíamos evitar compromisos analíticos fraudulentos, cuando provocan conflictos que tiene su origen el relatos sobre conceptos manipulados, medias verdades para legitimar intereses particulares. El resultado son repuestas erróneas al partir de diagnósticos equivocados que socava legitimidad de gobiernos y reputación de empresas. En un momento de una rápida transición energética amenaza perder el tren. Los economistas del  Ministerio no son capaces de ver más allá de los desequilibrios de los costes regulados: hacen suyo el discurso contra las energías renovables. Norbert Röttgen expresaba con claridad el éxito es haber tenido el modelo feed-in tariff. ¿Qué gobierno "latino" renuncia a intervenir en el mercado? La propuesta de RD tiene una clara intención, acabar con un sistema eficiente de inventivos a las renovables que ha logrado inesperados éxitos. De aprobarse coronaria la peor gestión energética de un ministro.

Norbert Röttgen